Por aquella silenciosa carretera secundaria, iluminada, únicamente, por la luna que aquella noche estaba especialmente brillante. Predominaba un silencio únicamente roto por el sonido de unos pasos que retumbaban en la penumbra por el repique de aquellos tacones rojos carmín, esa joven que caminaba por el arcén con su bolso de mano rojo a juego con aquel vestido ceñido que identificaba que provenía de una fiesta donde su novio le había dejado tirada e intentaba que alguien le parara para que le acercara a la ciudad. De repente en mitad de la nada un coche apareció, era un coche muy viejo de un color granate muy sucio y rayado, el conductor era un hombre de mediana edad que llevaba puestas una gorra y unas gafas de sol lo cual a la muchacha le hizo desconfiar pero su barba bien arreglada y sus ropa perfectamente limpia, una camisa de cuadros y unos pantalones de pana le devolvieron la confianza.
La joven se monto en el asiento trasero y el conductor arranco sin mediar palabra en dirección de la ciudad, la joven sintió miedo por la forma de conducir de aquel señor pero cuando a lo lejos vio la ciudad se sintió aliviada.
En el momento que entraron al polígono industrial el conductor cambio el rumbo y se metió entre las fabricas hasta llegar a un descampado rodeado de fabricas donde el conductor se bajo del vehículo y acciono el botón de cerrado de emergencia de las puertas del coche por lo que solo se podría abrir de fuera o de dentro con el mando del coche. La joven se puso histerica y comenzó a golpear la ventanilla, entonces el desconocido se subió al automóvil y le propino un tremendo golpe en la espalda a la joven que le dejo semi-inconsciente. La joven inmóvil sintió como el aliento de aquel extraño hombre recorría sus senos y como aquel señor comenzaba a penetrarla de repente y dolorosamente.
La joven chillaba de dolor mientras aquel ser ni se inmutaba al ver como la dulce cara de la veinteañera era recorrida por un rio de lagrimas, mientras veía el rostro del barbudo con los ojos que conseguía ver a trabes de las gafas en blanco por el placer que ella desearía estar sintiendo pero que no era asi.
Entonces la chiquilla sintió como una liquido caliente recorría su interior y vio como de su vagina emanaba un liquido blanco, entonces lo comprendió todo.
Tras esto el extraño se vistió de nuevo, tiro a la joven fuera del coche y con un sonoro aceleron se alejo de allí a toda velocidad.
Mientras, la joven se quedo allí tirada en el suelo de arena, entre una nuve de polvo con los ojos en blanco e intentando taparse la vagina con la mano con todas sus ropas abiertas y rasgadas y cubierta de semen por la violación que acababa de sufrir, con un solo sabor en la voca, el del alcohol que había ingerido en la fiesta que le había hecho subir a aquel coche pese a su desconfianza y el cual con el olor a semen le izo vomitar quedando inmóvil en un charco de bilis con su cuerpo magullado esperando que alguien encontrara su cuerpo semidesnudo e inconsciente a tiempo para salvarle la vida.
lunes, 1 de marzo de 2010
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